Chao Chicago

Como todas las veces en que termina un ciclo me viene la confusión y la desesperación. Ya me está entrando la angustia por el viaje, las cosas a última hora, las despedidas, la sensación de dejar cosas inconclusas y la nostalgia por si nunca más vuelvo. Las ganas de volver a mi hogar, de estar con mi gente, los reencuentros, las narraciones, las fotos, los recuerdos, los besos y los abrazos. Los próximos días estarán cargados de emociones.

Lamento no poner cosas graciosas esta vez, pero los que me conocen saben que el buen ánimo no es mi constante ni mi más desarrollada característica (aunque parezca distinto en el blog). Estos días he andado casi autista, estresada en el lab y desganada en el hostal. Pobre Paty ha tenido que aprender a soportarme, sé que no es fácil, si no que le pregunten a Xris.

No crean que no me alegro de haber estado acá, ha sido una gran experiencia, tanto en lo laboral como en lo personal, me he divertido mucho, he conocido otras personas y otras costumbres. Es sólo que como dije al principio los cambios me desorientan, me confunden y me desesperan.

Vueeeeeelvooooooo, vida vuelvoooooo, a vivir en mi país...


Philadelphia "City of Brotherly Love"... donde hacen el mejor queso crema...